¿Qué has mirado, Señor?
¿Qué has mirado, Señor?
¿Por qué tu insistencia?
¿Por qué tanto amor?
¿Acaso no colmo tu paciencia?
Insistes una y otra vez
¡Ya no sé cómo ignorarte!
Te escuché desde mi niñez
y nunca pude alejarte.
Dices que no pides mucho,
que solo quieres mi corazón,
Pero día a día escucho
que me hablas de una misión.
Sabes que no soy perfecto,
que una y otra vez la riego,
pero dices que no importa el defecto
porque el verdadero amor es riesgo.
¿Qué has mirado, Señor?
¡Me cuesta entenderlo!
Mas hoy te digo con amor
que mi corazón quiero ofrecerlo.
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