Dios en la Confusión

Me miro al espejo diariamente,

y me pregunto hacia dónde voy.

Todo el día en mi mente,

trato de entender quién soy.

Cuando más confundido me siento,

en silencio escucho una voz

que, llenando mi alma de aliento,

me libra de lo más atroz.

Esta voz tan dulce

me habla con ternura y amor,

hacia la paz me conduce;

y quita de mi vida todo temor.

Mil veces me repite:

“Te acompaño en tu confusión,

y mientras yo en ti habite,

no caerás a la perdición.”

Ninguna persona ha nacido

conociendo su corazón,

 estando confundido,

voy encontrando mi razón.

Tu voz me da calma,

Dios omnipotente. 

Descansa mi alma

cuando entras a mi mente

No encontraba el rumbo,

y se me ocurrió invitarte.

Ahora estoy lleno de asombro

porque has querido quedarte.

¡Oh, Dios de compasión!

¿Quién iba pensar?

Usaste mi confusión,

para conmigo siempre estar.