Discernimiento
"Sí."
"No."
"Tal vez."
"Espérame un poco más."
"¿Qué hago?"
"¡Mira, Señor, mejor hago ésto!"
"Así estoy bien."
"¡Qué miedo!"
"Tengo un plan mucho mejor."
"El año que viene te sigo."
"No quiero...por ahora."
La lista puede seguir, pero Dios espera. Dios sonríe al mirar que, no importa las excusas y pretextos, un corazón en búsqueda siempre regresa y le dice: "Señor, nomás no funciona mi plan sin ti. Dime ¿qué quieres Tú?" Armonía bendita la que se desea cuando se está en discernimiento — La armonía entre mi voluntad y la de Dios. Pero hay va, poco a poco, pero con persistencia, honestidad, y sin vergüenza. Hay paz cuando se encuentra el corazón con la Vida (Dios), con la calma (Dios), quien con amor dice "Confía en mí, caminemos juntos." Ya le he presentado todas esas excusas a Dios, y le presenté otras opciones. Sin embargo, Dios me dejó explorar mas nunca pude escaparme de su presencia.
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